principios

Principios

Todo lo que sucede, lo increíble y lo no tan bueno, tiene un principio. Y este es el mío:

Después de tanto tiempo, de tantas dudas e incertidumbres he decidido dar el primer paso. Sí, yo, una chica normal, en un momento cualquiera de este mundo tan inverosímil para unos y tan fatídico para otros, he dejado atrás esos miedos ridículos como tanta gente ha hecho y oye, que yo sepa a nadie le ha ido mal. El caso es que aquí estoy, rellenando capítulos que aún tenía sin resolver, prácticamente en blanco, pero con señales que hacían que no olvidara que tenía que regresar a esas páginas algún día. Hoy es ese día.

Quisiera explicaros qué es este «paso» del que os hablo, este «principio». Pues bien, siempre me ha gustado imaginar cosas, personas, momentos con esas personas, algunos reales y otros… bueno, dejémoslo en factibles (nunca hay que perder la esperanza). ¿A quién no le gusta eso?, pero lo que realmente me priva es hacer realidad esas ilusiones. Habéis leído bien, hacer realidad. Queridos, yo tengo la solución a vuestros deseos más anhelados; a vuestras noches en vela; a vuestros quiero, pero no puedo, pero quiero; a vuestros «¿y si ocurriera que…?». Está claro que no soy maga ni nada por el estilo. De hecho no tengo varita mágica, sino un bolígrafo. Y lo que sería un libro de conjuros es más bien una hoja de papel en blanco, que asusta más que cualquier libro extraño de palabras impronunciables. Este es el «paso» del que os he hablado.

He tomado la decisión de empezar algo serio. Escribir y reescribir las mil y una historias que se me pasan por la cabeza, los mil y un sentimientos y pensamientos que se enfrentan como los hechizos de dos rivales. Esta es mi temible hoja en blanco, mi libro de conjuros.

Este es mi «principio».