La fotografía más bonita del mundo

3,2,1… ¡sonríe!

Dejamos lo nuestro, como tantas otras cosas se dejan en la vida. Muchas de ellas a medias. Nos preguntábamos qué es lo que podríamos haber vivido tú y yo si no fuéramos tú y yo, si hubiésemos sido otras dos piezas del puzle que encajaran a la perfección.

No fueron las palabras lo que acabó con nosotros, ni los gestos, ni el amor. Nos quisimos mucho, quizá demasiado, pero nos consumimos muy rápido. Lo nuestro fue un amor efímero, pero intenso. Un amor de película, de los que no se viven dos veces.

Qué felices fuimos, ¿verdad?. Cómo duele no haber dado con una solución a tiempo. Cómo duele no habernos hecho daño.

A pesar del tiempo que ha pasado, admito que no he borrado todas nuestras fotos, como tampoco aquellas en las que conseguí capturar tu mejor sonrisa. Me gusta recordar que era yo la que estaba al otro lado de la cámara, que era yo a quien realmente sonreías.

Lee este poema de amor y todas sus promesas. Aquí

Para principiantes