Lo sé.
Sé que en la vida todo son cuestas, que tengo que ir hacia arriba, pero en raras ocasiones puedo detenerme y disfrutar de las vistas. Y eso cansa, y fatiga.
A pesar de todo el camino que he recorrido, y estar casi en la cima, a veces solo veo niebla y tengo miedo.
Pero también sé que el cielo se abrirá y veré todo lo que logrado, y podré mirar hacia atrás con voluntad de seguir caminando. De seguir creciendo.
Y abriré todas las puertas que me encuentre por el camino, que serán nuevas oportunidades.
Aunque estén cerradas, lo seguiré intentando.
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